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Dos doctores descubren un amor desinteresado en Jesús

Vidas Cambiadas

Y una vez más, la prueba salió negativa. Como ginecóloga, Vanessa estaba muy familiarizada con las pruebas de embarazo, pero su propia lucha por quedar embarazada comenzó a causar problemas en su matrimonio, las "explicaciones médicas" autoimpuestas tenían poco poder curativo. Y a pesar que su esposo Ronald compartía su misma profesión, su experiencia en medicina también lo dejó sin respuestas. 

 

Este era su segundo matrimonio tanto para Ronald como para Vanessa. Si bien Ronald tenía dos hijos de su matrimonio anterior, la esperanza de Vanessa de tener un hijo estaba en juego. El estrés personal y relacional eventualmente hizo que Vanessa recurra a Dios. Ella aceptó una invitación de un amigo para asistir a la iglesia, y ahí, tanto Vanessa como Ronald se aliviaron de su lucha contra la infertilidad y el dolor, y fue cuando Vanessa finalmente quedó embarazada. 

 

Pero el 'Dios de la religión' fue solo una parada temporal. Se convirtió en un placebo, un marcador de posición hasta que nazca su hijo Alejandro. Poco después, Ronald y Vanessa regresaron al mundo egocéntrico de medicina y trabajo. Para la familia Ayala, Dios era algo que habían "experimentado", así como cuando experimentas una guerra sin perder a un ser querido. Pues ya habían obtenido lo que necesitaban de Él. 

Pasaron varios años, y nuevamente le llegaron otra invitación a la iglesia, esta vez, llegó a través de unos amigos de su hijo Alejandro. Para hacerlo feliz, aceptaron la invitación y comenzaron a asistir a la Iglesia Puembo. Alejandro tomó ritmo rápidamente y su emoción mantuvo a Ronald y Vanessa comprometidos, poco tiempo después, decidieron asistir al retiro del Encuentro Matrimonial de la iglesia. 

 

Y fue en ese retiro que experimentaron un amor y servicio desinteresado que encarna el evangelio. Personas que apenas conocían los amaban, los servían, eran auténticos con ellos y no esperaban nada a cambio, ni avance de carrera o ganancia personal, ni elogios, ni premios. Era gracia, la gracia de Dios. Aquí, tanto Ronald como Vanessa cayeron en ese amor desinteresado, transformador y salvador de Jesús. Dios ya no era un simple conocido, sino un Padre con quien podían tener una relación íntima. 

 

Desde que conocieron a Jesús, Ronald y Vanessa ahora usan sus profesiones y su tiempo como familia para retribuir sin esperar nada a cambio, sirven y son parte de las brigadas médicas lideradas por la Iglesia de Puembo. Y los encontrará en el próximo retiro de Encuentro Matrimonial: amando, sirviendo y sin esperar nada a cambio. 

El amor desinteresado es algo que todos anhelamos. Ronald y Vanessa no lo encontraron en una revista médica, ni en el éxito de sus carreras médicas, lo encontraron en Jesús. Y habiéndolo recibido en plenitud, ahora lo dan gratuitamente. 

 

La generosidad de los amigos de CMI está cambiando vidas y matrimonios con el evangelio a través de iglesias que están impactando ciudades como Quito, Ecuador, para Cristo.