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Cuando cuentas bancarias rotas reflejan corazones rotos

Vidas Cambiadas Iglesias & Pastores

Las probabilidades de que sepa algo acerca del estado y los desafíos financieros de los jóvenes profesionales en Quito, Ecuador son muy bajas. 


Pero alerta de spoiler, esos retos son similares a los desafíos financieros que atraviesan sus pares aquí en los Estados Unidos. Confusión, malentendidos, ignorancia, y poco análisis sobre posibles consecuencias futuras o dolores del pasado. 


Así como las monedas amontonadas en el medio de la consola de su automóvil, esto se considera un desorden con el cual que lidiar "algún día" pero no hoy. 


Pablo y María Polanco están casados ​​desde hace 15 años, tienen tres hijos propios. Pablo se desempeña su labor como pastor de jóvenes profesionales en la Iglesia Cumbayá en Quito.

 

En 2016, decidieron enfrentar su desorden financiero. Primero comenzaron con sus propias finanzas, y después de ponerlas en orden, decidieron organizar un retiro de fin de semana para jóvenes profesionales en la iglesia y cubrir algunos de los aspectos básicos financieros. 


Para su sorpresa, más de 100 asistentes llenaron ese primer retiro. Claramente habían elegido un tema en tendencia, pero resulta que las finanzas eran solo la punta del iceberg. 


Estos jóvenes profesionales, solteros y parejas, comenzaron a compartir historias sobre sus finanzas, y a medida que surgían las historias del pasado, había una clara conexión entre los presupuestos y las cuentas bancarias rotas, con los corazones rotos y las personas heridas. Poniéndolo en las icónicas palabras de Jesús: “Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. 


Y lo que comenzó como un retiro único para enseñar algunos principios financieros básicos se convirtió en un ministerio evangélico fructífero ahora en su sexto año. 


Hoy, Pablo ha levantado y capacitado a más de 30 facilitadores para ayudar a dirigir retiros y el seguimiento del discipulado que se realiza. Y más de 600 personas han sido transformadas por la obra con la que Pablo y María se toparon hace seis años. 


Las deudas financieras se han borrado y las deudas espirituales pagadas por la obra de Cristo se han realizado.  


Cuando llegó la pandemia, los miembros de la Iglesia de Cumbayá que se beneficiaron de esta capacitación, estaban en condiciones económicas de sostener el ministerio de la iglesia en tiempos económicos de crisis y difíciles. 


La bendición y la transformación se ha extendido a un evento de capacitación virtual disponible en gran parte de América Latina. Y esto nos recuerda otro momento de enseñanza de Jesús: “El reino de los cielos es como un tesoro escondido en el campo que un hombre encuentra y vuelve a esconder; y de alegría por ello va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo”. 


A través de su apoyo, Jesús está reorientando los corazones de jóvenes profesionales uno por uno en Quito y más allá, quienes día a día están eligiendo a Jesús como su mayor su tesoro.